La habitacion 311

Despierto... no tengo idea de que hora es, he tenido la rara sensacion de haber dormido mucho, y sin embargo me sigo sintiendo muy cansada, es como si siguiera dormida, pero se que no lo estoy, me pesa todo el cuerpo y siento como si no pudiera moverme, entonces escucho su voz, miro su rostro, se ve cansado, pero su voz se muestra tan amigable como siempre, su presencia me reconforta, me da animos. Se inclina hacia mi, me besa cuidadosamente la frente "tienes que regresar" y entonces se va...

He vuelto a soñar con él, esta parado nuevamente junto a mí, su voz es tiena, me hace sentir muy bien, querida, amada, solo quisiera soñar con él, con aquel que me habla con tanto cariño, quiero rodearlo con mis brazos y hacerle saber como me hace sentir, pero por alguna razón no puedo, y entonces se inclina nuevamente hacia mí... "tienes que regresar"

Despierto de mal humor, tiene mucho que no escucho su voz, que no sueño con él, ya casi no puedo sentir su presencia, a veces siento que todo esto es un sueño, y que solo cuando estoy con él estoy despierta... Su voz retumba en mi cabeza "tienes que regresar..."

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Al mirar su reloj, la enfermera Liz, tiene la recurrente senación de alivio, ha sido un día muy pesado en el hospital, pero ha llegado el momento de entregar su turno.

- Todos los pacientes están estables, informa a su compañera mientras se limpia las manos.

- Que hay de la cama 311?

- Igual que ayer, igual que antier, y exáctamente igual que hace cuatro meses cuando cayó en coma, a veces miro a su esposo con ella, pasa horas sosteniéndole la mano, hablando con ella y esperando una respuesta, los miro y siento una profunda tristeza por él...

Saúl sostiene la mano de su esposa dormida, se inclina ligeramente sobre su cabeza, para colocar cuidadosamente un beso sobre la frente de Clara. Como lo ha hecho diáriamente durante los últimos cuatro meses, al despedirse de ella se inclina cuidadosamente hacia su oído, y con una voz mezcla de tristeza, amor y esperanza le susurra "tienes que regresar..."