Cargando con la enorme responsabilidad que significa, representar dignamente el nombre de Roberto, y todo lo que ello conlleva, me vi en la rigurosa tarea de escribir una historia, asi pues empecé a escribir, escribí una historia que a mi me pareció un poco fuerte, (si quieres leer la entrada en el blog, esta en esta dirección http://www.HD-B.com.mx)
El final de esta historia: Bueno, desde mayo del año pasado, he dejado de creen en los finales felices, francamente se me hace una mamada, eso de decir: "y vivieron felices para siempre" creo que las adaptaciones de estos cuentos (como la Cenicienta o la Bella Durmiente) les dio hueva escribir el resto de la historia, en donde la princesa era una vieja fodonga que no sabia cocinar chido, redactar un informe de gobierno, ó donde el principe era un guey alcohólico (sí, se necesita beber mucho, para ver dragones en un bosque y ponerles en su madre) y le gustaba golpear a las mujeres, olvidaba subir la tapa del excusado antes de hacer pis y nunca le atinaba a la taza, y que después de un tiempo el principe dejo de cuidarse y se puso asi:

Bueno el pedo, es que al momento de escribir, me identifique mucho con los personajes, asi pues que se me hizo mal pedo darles un final asi. Por tal motivo anexo aqui el final alterno de esta historia, los dos finales son válidos, y pues cada quien decide que fue lo que les pasó en realidad a estos personajes
Si quieres ver la entrada original pues metete a http://www.HD-B.com.mx
Este es el final alterno o tal ves el final alterno es el de HD-B, tu decide...
TIME OF YOUR LIFE
Ahí… Justo ahí se encontraba la casa, donde habían pasado los primeros cinco años de su matrimonio, donde habían aprendido a amarse, y en donde habían depositado, todas sus esperanzas, todos sus sueños, todo su futuro, juntos…
Durante el largo camino a casa desde la funeraria, Samuel y Karen, apenas habían cruzado un par de palabras, ninguno de los dos se sentía con ganas de conversar, los últimos meses habían sido un infierno para los dos.
Samuel, nunca creyó en el amor, se le hacía increíble el solo pensar que una persona, pudiera llegar a cambiarlo tanto, que fuera capaz de querer ser una mejor persona, para poder responder como hombre a su pareja, sin embargo su opinión había cambiado mucho en los últimos años, estaba dispuesto a dar su vida por el gran amor que le sentía por Karen.
Karen, siempre tuvo fe en Samuel, su sueño, desde pequeña fue tener una gran familia, con muchos hijos, una casa con jardín, un esposo que estuviera a su lado apoyándola, amándola, y a quien pudiera corresponder su cariño totalmente.
Hace apenas unos meses, ese sueño parecía tan real, tan cerca, que cuesta trabajo entender el como cambió tanto la situación.
Con el nacimiento de Melisa, la casa se había llenado de una felicidad, que se contagiaba por los pasillos del edificio, a Samuel le encantaba jugar con su hija, le encantaba tomarle fotos y le encantaba presumirla a sus amigos, solía decirle su pequeña “pandita” y ella lo seguía a todos lados.
Karen, tal ves no estaba tan apegada a su hija, pero la amaba profundamente, solía pensar en enseñarle a cocinar, a bailar, le encantaba peinarla y comprarle vestiditos, que mas tardaba en ponerle, que en lo que Melisa ensuciaba, y así su felicidad había durado 3 años, los mejores tres años de sus vidas.
Karen nunca podrá olvidar la sensación de vacío en estomago, la desesperación que sintió, cuando los doctores le dijeron que había algo raro con su hija, una enfermedad rarísima, la cual parecía que no responder a ningún tratamiento.
Los últimos meses habían estado tan ocupados, estuvieron muy probablemente en todos los hospitales de la ciudad, habían acudido con los mejores doctores del país, y la respuesta siempre habría sido la misma… Nadie podía ayudar a su hija.
Era como si toda la ciencia médica, estuviera en pañales, nadie sabía cual era el tratamiento, y los doctores se contradecían en cuanto a la forma de tratar a Melisa, los más honestos dijeron la verdad… Lo siento no podemos hacer nada por su hija, pero podemos ayudar a que esta pobre criatura deje de sufrir. Samuel, con todo el peso de su corazón, solo pudo asentir con la cabeza…
Después de eso Karen nunca pudo perdonar a Samuel, mas allá de todo el tiempo perdido, el esfuerzo, todo el dinero perdido, había algo que nunca podría recuperar en el. Había perdido su deseo de estar con esa persona, por el resto de su vida.
Nunca creyeron que su relación pudiera llegar a desgastarse tanto, en tan poco tiempo, con todo lo que habían pasado, apenas cruzaban palabras, Karen buscaba un apoyo en su esposo, quería ayudarlo a pasar por esto y tener alguien en quien poder llorar. Samuel se puso tan triste, que apenas salía de su trabajo, solía quedarse horas extras en el hospital, en donde siempre había muchas cosas que hacer, y donde podía refugiarse de sus recuerdos. Después de dos meses así, Karen explotó, no sabía por que, pero no podía dejar de llorar, juntó todas sus cosas en una maleta, le parecía increíble que toda su vida, cupiera en esa pequeña maleta.
Al salir, encontró a Samuel en la puerta.
- ¿A donde vas?
- No lo se, simplemente ya no lo soporto, solo quiero salir de aquí…
- ¿Que hay de nosotros?
- Creo que después de todo esto, ya no hay un “nosotros”
- Hemos pasado por muchas cosas juntos, podemos superar esto ¿No crees que vale la pena luchar por lo nuestro?
Samuel quería decirle cuanto la quería, cuanto la necesitaba, cuanto quería recuperarla, en ves de eso, solo sujeto su mano, lo mas cariñoso que pudo, esperando la respuesta de su esposa
Por un momento, los dos se miraron a los ojos, pero solo duro un instante, Samuel penso que Karen se iría de su vida para siempre, ella solo lo abrazo con todas sus fuerzas y empezó a llorar...
De haber sobrevivido Melisa, se habría convertido, en lo mejor de ellos dos, habría sido motivo de orgullo y felicidad para sus padres, todo habría sido tan diferente…
Después de todo lo que habían pasado, resultaba increíble que mañana, nuevamente saldría el sol, para dar inicio a un nuevo día, un nuevo día para enfrentar las cosas juntos...
FIN
1 comentario:
Awww... como que esta historia me recordo un poquito la historia de mi familia, y pues uno siempre tiene esas dos opciones, quedarse y amarrarse los huevos o desaparecer y empezar una nueva historia.
Beso!
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